jueves, 28 de junio de 2012

Mammón, el Demonio de la Avaricia

Mammón es el demonio de la avaricia, de la codicia y el materialismo. Él, que según el jesuita Peter Binsfeld es uno de los “Siete Príncipes del Infierno”, es el demonio ante el cual se arrodillan todos aquellos esclavos del dinero que habitan en el mundo consumista de la actualidad. Así, más que ningún otro demonio, Mammón reina hoy.

Belfegor, el Demonio de la Pereza

Belfegor es uno de los llamados “Siete Príncipes del Infierno”. Él es el demonio de la pereza y todas las manifestaciones que la acompañan: la desidia, el conformismo, la comodidad que conduce a la inercia de la mediocridad. Conocido también como “El Señor de la Apertura”, Belfegor suele incitar a caminos fáciles y poco éticos.

Leviatán, Amo Demonio de los Océanos

Considerado como uno de los “Siete Príncipes del Infierno”, Leviatán es para muchos interpretes una forma simbólica del mismo Satanás. Él es el “Dragón que está en el mar” del que habló el profeta Isaías , la Serpiente Antigua, el terrible “Amo Demonio de los Océanos” referido en el Diccionario Infernal de Collin de Plancy.

Asmodeo, el Demonio de la Lujuria

Asmodeo es el demonio de los pecados carnales, el ser que se encarga de llevar a los hombres a las turbias aguas de la lascivia. Él disfruta incitando la infidelidad y destruyendo noviazgos y matrimonios. Como pocos, Asmodeo es un demonio que aparece en la Biblia como un ser bien diferenciado de Satanás.

Lucifer, el Ángel Caído

El portador de luz fue el favorito de Dios hasta que su arrogancia le llevó a rebelarse contra el supremo dirigiendo una revuelta en El Cielo que inició una guerra angelical, una revuelta que finalizó cuando Lucifer fue vencido por el arcángel Miguel ayudado por la mano de Dios, quedando de este modo exiliado al Infierno.

Belcebú (Baal), el Señor de las Moscas

Conocido también como “El Señor de las moscas” Belcecú es uno de los siete princípes del Infierno y el que representa el pecado capital de la gula. Su nombre deriva a Ba’ al Zebûb, un término despectivo que los hebreos emplearon para burlarse del hecho de que los templos donde era adorado estaban repletos de moscas, insectos que se alimentaban de la carne de los sacrificios.

Satanás, el Príncipe de los Demonios.

Satanás es el jefe de todos los demonios, es la perversa “serpiente antigua” que tentó a Adán y Eva en el Edén. Su poder e influencia sobre la Humanidad es tan grande que Jesucristo lo llamó “príncipe de este mundo” y “dios de este mundo”. Conocido como el “Padre de la Mentira”, Satanás tienta a los hombres de mil y una formas.